Corramos un tupido velo y vayamos a lo importante ¿Cuánto me das por un diamante? Carbono puro. Solo necesita un poco de presión para ser elegante, alguien que se encargue de pulirlo bien brillante. Y vaya una metáfora para explicar una situación. Yo soy la punta de lápiz, y solo necesito "un poco" de presión para dar todo de mi misma. Porque vaya vaga, señores. Espero no ser la única por aquí porque maldita sea. Me sentiré aún mal (Sentimiento que se va rápido) Vaya por Dios. Pero, ¿cuántas vayas llevo exactamente? Al final me da para rodear todo mi pueblo. JAJAJA. Ya. Me callo. No, no me callo. Porque todo esto es mío, mi tesoro, joder. Y voy a coger ese maldito diamante y lo voy a enterrar en el nucleo terrestre y... (bla, bla, bla, charla de motivación personal) ANUNCIO A NADIE: Este blog personal va a salir de las tinieblas para seguir adelante.
Para empezar, duerme Y en sueños, recita el romance que un día te enseñé mientras mi boli sangraba Luego vete a Sevilla, con las instrucciones que te dejé en esa nota, pero llevate un cojín por si acaso En lo alto de la Giralda recita otra vez la poesía y date cuenta de que tiene más sentidos que un nudo de carreteras Todavía soñando, comprende que todos esos sentidos llevan a la ciudad inmortal conocida como Roma Dale la vuelta a la ciudad, y entonces despierta.
A la vez que me seguiste volví atrás. Y no conoces el dolor que siempre está. Y no sabes que lo quiero pero que no puedo. Y además no eres lo que debo. A la vez que te giras se cae mi alma. La casa esta llena pero vacía. Escuchame. No es lo que debemos pero sí lo que queremos. Y ahora te vas, y no hay nada, Nada que quiera más. Pero no hay nada que pueda hacer. Agua y fuego. Y no es algo que se pueda arreglar. Y volveré a girarme. Y te has ido, y ya no hay nada, Nada que desee más.
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